En la anterior entrada se comenzó a tocar un poco el tema de la historia de las canastas navideñas, pero ahora vamos a intentar abordarlo más en profundidad. ¿De dónde proviene la idea de estos regalos en la época navideña?, ¿cuáles son sus reales orígenes? Intentaremos averiguarlo.
Sin dudas, la primera aparición en la historia occidental de este tipo de regalos es con Los Reyes Magos, que le llevaron a Jesús en su nacimiento tres regalos, cada uno en su respectivo cofre o canasta. Sin embargo a los historiadores les cuesta creer que este hecho religioso esté realmente conectado con las canastas navideñas que conocemos hoy en día.
Un antecedente más reciente y de mayor aceptación en el campo, es la tradición romana de la sportula. La misma consistía en el reparto de comida en una canasta por parte del patrón a sus clientes y empleados. Ya podemos ver que en esencia se asemeja a la práctica actual.
Con la propagación del Imperio Romano, se expandió también la costumbre de la sportula. Si bien la misma no era practicada por todos los habitantes del imperio y algunas personas comenzaron a reemplazar la comida por una pequeña cantidad de dinero, se empezó a observar por varios rincones de Europa.
En el siglo XIX aparecen los primeros registros escritos de la entrega de canastas navideñas. En esta época en España se empezó a hacer usual el hecho de regalarle una canasta a fin de año a los servidores públicos. Con el paso del tiempo la costumbre se extendió también al sector privado.
En el Reino unido, también en el siglo XIX se pueden observar las primeras evidencias de la celebración del Boxing Day, en el cuál a fines del mes de Diciembre las personas se hacían regalos en cajas. Por su parte, también se cree que la Reina Victoria, máxima autoridad de la región durante casi todo el siglo, era aficionada de las canastas navideñas. Se dice que le encantaba adornar canastas para utilizarlas como decoración en el árbol navideño.
Conforme se fue arraigando esta tradición en todo el Viejo Continente, también comenzó a llegar a América a través de la ola de inmigrantes en el período de entreguerras. Actualmente en todo el continente existe esta costumbre, aunque no de manera homogénea, ya que cada país lo adoptó de una manera regional y distinta.